ESCENA 28

A CAMINO DEL CALVARIO

Cuando Lo llevaban, encontraron a un tal Simón de Cirene que volvía del campo, y le cargaron con la cruz para que la llevara detrás de Jesús. Lo seguía muchísima gente, especialmente mujeres que se golpeaban el pecho y se lamentaban por Él. Jesús, volviéndose hacia ellas, Ies dijo: Hijas de Jerusalén, no lloren por mí.  Lloren más bien por ustedes mismas y por sus hijos. Porque llegarán días en que se dirá: Felices las mujeres que no tienen hijos. Felices las que no dieron a luz ni amamantaron. Entonces dirán: ¡Que caigan sobre nosotros los montes, y nos sepulten los cerros! Porque si así tratan al árbol verde, ¿qué harán con el seco? Junto con Jesús llevaban también a dos malhechores para ejecutarlos.